Todo muere,
en algún momento,
en algún lugar,
por una causa.
Mueren las flores,
los perros, las personas
y hasta las cosas inanimadas,
como los autos.
No solo se muere físicamente,
se puede morir uno por dentro,
mientras que por fuera
se lo ve vivo.
Pero ¿Qué puede morir dentro de uno?.
Un sueño, un pensamiento,
una palabra no dicha,
un recuerdo, una emoción perdida.
La esperanza en una amor
o en una persona querida,
nuestra fe, nuestras ganas de vivir,
nuestra alma.
Aunque no importe
la causa por la cual
esas o cualquier otra cosa
se muere.
Una vez que sucedido,
no importa el porque ni el como,
ni cuando ni donde,
sólo desaparece y nunca más vuelve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario