No solo para salvar vidas, sino también para mejorar la calidad de las mismas.
No quiero dedicarme solo a ser medico o cirujano, que es lo que quiero ser en algún futuro.
Quiero dedicarme a ellos, a mis pacientes y no a mis libros, aunque en algún momento ellos sean parte de mi vida y la fuente de mi conocimiento.
No quiero que crean que soy yo quien hace milagros, sino que a través de alguien mas, y con mi experiencia, puedo salvar, curar, traer al mundo o llevar del mundo a un ser vivo; aunque prefiero mucho mas lo primero.
Lloraré demasiado,
lloraré a aquellos pacientes que no haya podido curar,
lloraré con aquellos que hallan sufrido una perdida o tengan algún problema
y estén frente a mi,
con la esperanza que los consuele,
aunque tal vez,
ellos terminen consolándome.
También lloraré cuando ayude a traer una vida,
aunque la idea mucho no me emocione tanto.
Se que muchas veces, la perdida de una vida, trae consigo una nueva,
o una segunda oportunidad para otra.
Pero creo que en este mundo, puede caber una vida sin tener que perder otra.
No es una forma de presumir,
ni una planificación de mi futuro,
sino que son aquellas emociones,
que se han vuelto, mis razones.
Araceli Pintos
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