Es tú risa cristalina,
de un sonido característico,
cual la fuente cantarina
que roba al ave su trino.
Sus matices, sus sonidos
modulación que fascina,
acariciando al oído
cual campanas vespertinas.
Y en su fraseo tú ofreces
de tú garganta divina
una risa en la que meces
no sé qué ansia dormida.
Ansia que yo, la presiento
es el amor a la vida
amor de muchos momentos
tras de una estrella elegida.
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